Joshua falleció mientras transitaba con sus padres en la Ciudad de México, el joven de 15 años fue una víctima inocente más que perdió la vida después de que su padre se negara a pagar al crimen organizado ‘una cuota’ para poder vivir en paz.
La familia de Joshua era dueña de una carnicería, por lo que sicarios encontraron una oportunidad, le exigieron a la familia una cuota de $300 pesos cada tres días; después de pasar amenazados casi dos años, la familia decidió irse de la ciudad y mudarse a León, Guanajuato.
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Después de algún tiempo la familia estuvo de acuerdo en volver a la CDMX, sin embargo lo que les esperaba eran las represalias de los sicarios, según lo relatado por la madre del joven, Lizbeth, afirmó que no hubo ninguna amenaza, simplemente se presentaron y atacaron a la familia.
Dos tipos los seguían en una motocicleta mientras se trasladaban por la calle Mecanógrafos, el auto fue interceptado y les exigieron bajar, al negarse, los sicarios dispararon al joven de 15 años como represalia para el padre.
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