Fue en Huehuetenango, Guatemala que se clausuró un restaurante que operaba como burdel clandestino y en su interior albergaba a cuatro menores de edad.
Las chicas de origen hondureño eran explotadas sexualmente en el lugar, donde las tenían retenidas contra su voluntad, hasta que una de ellas logró escapar y dar aviso a las autoridades.
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El restaurante ‘Las Botellitas’ era manejado por Keylin Yamileth ‘N’, también hondureña, quien se encargaba de engañar a las jóvenes ofreciéndoles trabajo como meseras, para después retenerlas en el lugar y obligarlas a prestar servicios sexuales.
Dentro del local se decomisaron teléfonos celulares, dinero en efectivo y libretas con apuntes.
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