“Lo siento, lo siento, lo siento… adiós“: Estas fueron las palabras que el joven Jesús Javier dejó escritas a modo de despedida en uno de los cuadernos que utilizaba para sus clases de preparatoria.
La tarde del pasado lunes 26 de octubre, el menor de tan solo 16 años de vida, decidió salir por la puerta falsa y se suicidó en el pato de su propia casa.
De acuerdo a las primeras declaraciones, fue su madre quien encontró el cuerpo sin vida del muchacho en su vivienda, ubicada en las calles Francisco Sarabia cruce con Poleo ubicada en la ya mencionada ciudad.
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La mujer, identificada como Rosa María Santiago Hernández de 50 años de edad, declaró a las autoridades que llegó a su casa durante la tarde luego de su jornada laboral y al no obtener respuesta de su hijo para abrirle la puerta decidió entrar por el patio.
Fue en dicho sitio donde la madre encontró una escena digna de su peores pesadillas: su pequeño hijo yacía muerto tras haberse colgado de una de las vigas del techo con un cable eléctrico, lo que hizo que la mujer entrara en crisis nerviosa y llamara al 911 para reportar los hechos, con la esperanza de poder salvarlo.
Sin embargo, una vez que llegaron los paramédicos le dieron la lamentable noticia de que el cuerpo del joven Jesús tenía ya algunas horas de fallecido por lo que procedieron a llamar a los elementos de la Agencia de Investigación Criminal.
Fueron ellos quienes ordenaron el levantamiento del cuerpo para enviarlo al SEMEFO (Servicio Médico Forense) y que ahí le practicaran la necropsia de ley y que posteriormente sus familiares le dieran sepultura.
